- La cita obligada de la XI Regata Puig Vela Clàssica reúne un año más a la élite de clásicos del Mediterráneo en Barcelona
- Más de 40 leyendas del mar y de 500 regatistas de 7 países compiten en la XI edición
- Halloween, Guia, Argos, Peter y Marigan se han proclamado ganadores en 2018
- Un recuerdo especial para Ramón Rosés, armador del Guia, fallecido días antes del comienzo de la competición: el Guia añade un tercer título a su palmarés en esta regata
La XI Regata Puig Vela Clàssica Barcelona ha convertido a la ciudad, un año más, en la capital mediterránea de la vela clásica y de época. En esta nueva edición en aguas de Barcelona han participado más de 500 regatistas, procedentes de diferentes nacionalidades, protagonizando el gran espectáculo de estas joyas del mar.
El viento de Levante proporcionó emociones a la altura de la flota participante, aunque sólo permitiese completar dos de las tres pruebas programadas. La última edición de la Regata Puig Vela Clàssica será recordada por no haber soplado el viento térmico de Garbí, habitual en el campo de regatas barcelonés durante el mes de julio y hasta ahora siempre presente en la cita de clásicos más importante en aguas españolas. Un interesante y muy técnico recorrido costero -navegando hasta Masnou- de cinco tramos entre boyas frente al litoral de la ciudad.
Los clásicos han vuelto a navegar en paralelo a la línea de la costa, un recorrido que lo convierte en un espectáculo único que han podido disfrutar miles de aficionados y turistas desde las playas barcelonesas y el Port Olímpic.
Los Big Boats protagonistas de emocionantes duelos en alta mar
Ni su gran eslora ni los impresionantes aparejos de los Big Boats han sido lo más destacado de su presencia este año, pues la intensidad de sus duelos ha sido todavía más brillante. No es común que barcos de este tamaño ofrezcan espectaculares duelos, pero la XI Puig Vela Clàssica ha sido testigo de ello en las dos jornadas disputadas.
El Halloween, del irlandés multicampeón en maxis Mick Cotter, marcó la pauta táctica con jugadas a tres bandas frente a los dos Moonbeam. Salidas amurado a estribor forzando su derecho de paso o aproximaciones a la boya de ceñida apretando a sus rivales, dejaron claro que estuvieron en “modo regata” durante todas las millas recorridas. Sus dos parciales, primero y segundo, le valieron el triunfo con 3 puntos acumulados e inscribir por vez primera su nombre en el palmarés de regata. En su popa se producía un empate a 5 puntos entre los dos Moonbeam, que un año más quisieron compartir su belleza y buen hacer con los seguidores que siguieron las pruebas desde las playas de Barcelona.
Los mejores parciales (4º y 1º) del Moonbeam IV de Mikael Creach, frente a los del Moonbeam III (2º-3º) de Carsten Gerlach, deshicieron en empate a su favor. En cuarta posición se clasificó el Kelpie of Falmouth, que el pasado año compitió con éxito en la categoría Época Cangreja, mientras el Nordwind concluía su estreno en la Regata Puig Vela Clàssica en quinta posición.
Los Clásicos nunca defraudan y vuelven a ofrecer un maravilloso espectáculo
Aunque la organización de la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona decidió hace unos años dividir en dos grupos a la flota de los barcos Clásicos, debido a su dispar tamaño, la emoción que aportan por su igualdad es una constante en cada edición.
Los Clásicos 1, de mayores prestaciones, han tenido este año la clasificación más ajustada que se recuerda. Los 2 puntos de margen entre los cuatro primeros clasificados demuestran el empeño en buscar la victoria, que este año ha tenido un sabor especial. Por tercera vez consecutiva, el Guia se llevaba los máximos honores, en lo que sin duda ha sido el mejor homenaje posible de la tripulación hacia su armador Ramón Rosés, que fallecía unos días antes de la regata, pero que les incitó a seguir compitiendo. Con sus mismos 5 puntos, pero peores parciales, terminaba en segunda posición el Yanira de Andrés León, antecediendo a los Corsaro II de la Marina Italiana y Sagittarius de Thierry Lafitte, empatados a 6 puntos y clasificados por ese orden.
Aunque la victoria del Argos, del New York Yacht Club, segunda en la historia de la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona, en Clásicos 2 fue incuestionable, tras los dos triunfos parciales del barco de Bárbara Trilling, las otras dos plazas del podio fueron muy caras. Cinco, 6 y 7 puntos señalaban respectivamente los casilleros del Altamar de Javier Ramos, del Margarita Esta Linda la Mar de Antón Llano y del Diana de Marcos Palomar. Hay que destacar que esta flota sufrió en primera persona la caída de viento en la segunda prueba que propició varios abandonos, pero no el del pequeño Diana, que perseveró durante más de seis horas para completar el recorrido.
Las flotas de Época marcan estilo
Mientras los Big Boats aportan majestuosidad en su navegar y los Clásicos incertidumbre en sus resultados, los barcos de Época no pueden esconder el estilo de sus diseños vintage, ya sean con aparejo Cangreja o los Marconi rebautizados ahora como Bermudian.
El Marigan de Tim Liesenhoff (construido en 1898) se imponía claramente y lograba un meritorio triplete en Época Cangreja, tras sus victorias de 2009 y 2010. Habitual de la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona desde su primera edición, el Gipsy de Ricardo Rubio subía al segundo peldaño del podio, mientras el Freda de Miguel Rigo se clasificaba tercero.
Los Bermudian veían una victoria, y ya van cuatro, del Peter de Claudio Mealli y con el legendario Mauro Perlaschier como patrón. Referente de la vela italiana, tras ser el patrón del 12 Metros Azzurra en la America’s Cup de 1983 y 1987, Perlaschier se mostraba exultante con el evento barcelonés: “amo los barcos clásicos porque forman parte de nuestra historia”.
Si el italiano se imponía en ambas pruebas disputadas, el Mercury de Jordi Cabau sumaba dos segundos puestos parciales e idéntica clasificación final. Tras el barco menorquín el francés Irina VII de Astrid Beteille hacía valer sus mejores parciales para doblegar al Islander de Ricardo Albiñana y completar el podio de la categoría.
La tripulación más femenina de la regata en el barco que cumple medio siglo de vida
La diseñadora de barcos Daria Cabai es la capitana del St. Christopher, un barco clásico construido en Holanda en 1968. Junto a ella, tres mujeres más han competido este año en la XI Regata Puig Vela Clàssica. Antes de llegar a Barcelona, el equipo logró el primer puesto en la regata de barcos clásicos de Saint-Tropez y la segunda posición en Antibes. En esta edición, en la que celebra su 50 cumpleaños, no han conseguido clasificarse en las tres primeras posiciones de la categoría de Clásicos 1, un objetivo que queda pendiente para el año que viene.
El St. Christopher fue diseñado entre líneas clásicas para navegar adaptadas al modernismo de la época. Por ejemplo, el timón skeg fue una incorporación relativamente nueva para esa época, además la profundidad de su casco le confiere una capacidad de navegación en el área de pasada preciosa.
Aunque desde un primer momento fue pensado para competir en regatas, y durante muchos años perteneció al equipo francés de la America’s Cup, también ejerció de barco de crucero.
El Corsaro II triunfa en su regreso a Barcelona
El año pasado fue su debut en la Regata Puig Vela Clàssica Barcelona y este año ha logrado la tercera posición. Este barco clásico, propiedad de la Marina Italiana, fue construido en 1960 y actualmente compite en las citas náuticas más importantes del Mediterráneo.
Capitaneada por Simone Giusti, toda su tripulación procede de la Academia Naval de Livorno. En palabras de Giusti, regresar a Barcelona supone una competición entre los mejores, en los que la fuerza, la constancia y la dedicación son tan importantes como y un entrenamiento fundamental para los marines.