El diseño de Izarra constituye una mejora de la famosa serie Twister que Kim Holman diseñó al principio de los años ’60, como barcos de crucero y regata. Respecto a un Twister, Izarra presenta líneas más dulces y menos profundas, más adecuadas para el crucero. Su navegación es muy dulce e incluso con mar gruesa moja poco en cubierta, gracias a su excelente distribución de los pesos. El Astillero Gallart lo construyó de la manera más robusta posible para su primer propietario, un piloto de aviación comercial. Con todo, Izarra ha batido en regatas a barcos de diseño mucho más deportivo, incluso en desafíos singulares.
LEYENDA